2 de febrero de 2012

La retórica de Campichuelo y Rivadavia

La lluvia no cesa. Cae con una monotonía que petrifica el aquí y ahora para siempre. La cortina de agua que está empecinada en recordarme que no me tendría que haber ido a tomar el 15, va a ser igual en Junio, me la va a agitar de nuevo, incluso cuando haga zapping y enganche a Capusotto en canal 7.

Estaba yo ahí parada en el pasillo de Campichuelo y Rivadavia con otra gente. De golpe, oscuridad: me empezaron a picar las orejas y me distraje con el chirrido de los zapatos de la muerte que corría la cortina de agua con un par de guantes de látex. Atrás de la cortina, yo, ella, los no videntes, y el mundo. En frente de mis narices, el sicario blanco y el cuervo. No, no era el Cuervo de Poe, era el producto de una manipulación genética de los ADNs de dos cuervos más, muertos de hambre.

Coqueteamos un rato con la retórica; conversamos los tres -el cuervo no hablaba mucho- de lo mal que andan las cosas, mientras yo le pasaba mis cosas que ya no eran mis cosas. Cuando terminamos de transar, el sicario empezó a correr, lo oscuro se hizo luz y las orejas me dejaron de picar. Sin embargo, sentía las muelas llenas de restos de retórica sin masticar y me convencí de que era tiempo de deglutir. ¿Cuándo fue que mis cosas dejaron de ser mis cosas para pasar a ser tus cosas? ¿Cuándo fue que me creí que mis cosas eran realmente Mis cosas? ¿Cuándo fue que me convencí de que Mi fuerza de trabajo era mía y no una cosa azarosa, obra de la Suerte? ¿Por qué dejamos de coquetear y saliste corriendo con la ilusión propia del desposeído que ahora posee? ¿Por qué vos, que sos el Mundo, me esperabas con los brazos abiertos para decirme que todo estaba bien? ¿Por qué habría de estar todo bien? ¿Acaso hay algo que está mal? y en ese caso ¿qué de todas las cosas que pasaron en ese pasillo están mal? ¿El sicario y el cuervo corriendo con las no-cosas? ¿o todos viviendo la ficción del primer mundo abastecidos de mierdas amorfas, generadoras de dependencia, vacías de materia, llenas de esclavitud, llenas de sufrimiento?

Hagamos silencio, las muelas están masticando.