1 de diciembre de 2010

El gordo de navidad

Te pueden hacer sentir la persona más dichosa de la Tierra por momentos y muchas otras veces, esas mismas personas, te pueden hacer sentir la miseria más carnal que nunca te hubieras imaginado. Y como todo pasa primero por ego, es lógico pensar que ego es quién te hace sentir dichoso y miserable otras veces.

Ser tu propia aduana es también una suerte de justificación para quién lleva el paquete que va a pasar por ahí. En lo que estoy pensando, es en que ego son todos. Ego es ella que lleva el paquete y él que lleva el suyo. Ellos son ego que van a pasar por mi ego. Un yo que pasa por mi yo. Un yo que es un tú. Lingüísticamente, el yo y el tú implican conversación. Y se necesitan al menos dos para conversar.

¡Eureka! ¡Enhorabuena! Yo y tú somos culpables. Yo por dejar que vos pases tu paquete de bosta y vos por pasarlo cuando sabés que se trata de mi. ¡Pozo vacante!