Alguien planea matarme muy pronto. No es chiste. Ni tampoco es una predicción que me salió en la galleta de la fortuna de Caralibro.
Si llego a aparecer descuartizada, ahorcada o con un tiro en el cuello, indaguen. Indaguen mucho.
Señores periodistas, los ayudo con dos titulares: "Crónica de una muerte anunciada" o "Crimen pasional". No ignoren los detalles escabrosos, no hay nada mejor que leer dónde encontraron el torso o la pierna del tipo que se suicidó en las vías del tren.
Es el posteo más pedorro de la historia, lo sé. Además estoy por indisponerme.