27 de septiembre de 2009



Decirle a alguien "tenés razón" es como poner una pistola de aire comprimido en la boca de una bombita de agua: toda esa presión de aire no entra, se escapa por algún lado, hace ruido.

Y es exactamente lo que pasa cuando mirás a los ojos a tu interlocutor, pronunciás las dos palabras y lentamente ves como el ego va creciendo desmedidamente. Quien esta eventualmente frente tuyo respira hondo, larga toooodo ese aire que vos le metiste y se acomoda en su lugar.
He dicho.